Por Margarida Corral Sánchez, Secretaria Confederal de Mujer y de Formación para el Empleo de la Confederación Intersindical Galega (CIG)
El pasado 8 de marzo de 2019 Galiza fue uno de los territorios que participaron en el Paro Internacional de Mujeres (PIM), consiguiendo poner en el foco del debate social la problemática de los cuidados y la discriminación que sufrimos las mujeres tanto en los lugares de trabajo como fuera de estos, en una histórica jornada de manifestaciones que colapsaron buena parte de nuestro país.
La CIG convocó, por segunda vez en su historia, una HUELGA SÓLO DE MUJERES. Si el año pasado convocamos paros de 2 horas por turno de trabajo, facilitando su participación en las más de 40 concentraciones convocadas con motivo del PIM, simbolizando el lugar vacío que dejan las mujeres si dejaban de trabajar, este año nos decantamos por ampliar la convocatoria de un día entero, convocando piquetes de trabajadoras y manifestaciones durante toda la jornada en las que las mujeres ocuparon y desbordaron por completo el espacio público que durante tantos siglos les fue vetado.
Conscientes de que el feminismo debe ser una prioridad para el movimiento nacional popular gallego, y también, de la necesidad de recuperar el discurso de clase e incorporarlo con fuerza a la lucha. Porque ahora que estamos en un momento dulce para la militancia feminista, cuando el movimiento goza de más apoyo y participación, es precisamente cuando parece más carente de ideología revolucionaria y obrera.
No es casual que desde las Naciones Unidas se eliminase el sufijo trabajadora de la conmemoración del 8m. Con la denominación Día Internacional de la Mujer, eliminaron de manera definitiva de la memoria colectiva el contenido de clase que dio origen a la conmemoración. Porque al poder no le interesa la existencia de mujeres organizadas que mantengan una actitud combativa y de confrontación a los poderes económicos, contra con quien nos explota como clase, nos discrimina por ser mujeres y nos oprime como nación.
Dentro del sistema capitalista colonizador, al sistema le interesa un discurso homogeneizado, light, que se quede en la superficialidad. Empleando nuestros símbolos, apropiándose de fechas revolucionarias, se quedan con lo aparencial, pretenden invisibilizarnos, barrernos del mapa con su discurso uniformizador.
Incluso cuando hacemos uso de herramientas revolucionarias como es la huelga, hacen de ella un uso propagandístico, y no un instrumento de combate y de confrontación con el poder. Pero nosotras apostamos por un modelo sindical asambleario, basado en crear conciencia, movilizar, activar y dinamizar a las trabajadoras de este país. Nosotras huimos de las convocatorias que pretenden ritualizar el 8 de marzo, de las que quieren que quede en una fecha festiva y carente de discurso crítico contra la patronal, los gobiernos, el capitalismo y el patriarcado.
Promovemos una huelga de mujeres, porque es el instrumento del que disponemos las mujeres de la clase trabajadora para obtener mejoras en nuestras condiciones de vida. Negándonos a realizar de una manera total o parcial el trabajo que tenemos encomendado, estamos evidenciando que este sistema nos discrimina, nos agrede, nos precariza. Estamos concienciando del trabajo invisible que hacemos las mujeres. Demostrando que nuestro papel no es subsidiario, sino fundamental para el desarrollo de la sociedad. Identificando y denunciando las desigualdades que nos inculcan también en la esfera educativa. Participamos en una huelga de consumo como denuncia de un capitalismo salvaje que explota a los seres humanos y a la naturaleza. Porque denunciamos un sistema económico que se vale de nuestro trabajo gratuito en los hogares y nos coloca en una posición de desventaja social y económica.
El 8m2019 demostramos la fuerza y la capacidad de movilización de las trabajadoras gallegas. Paramos para recordar a la sociedad que somos la mitad de la humanidad y que la mitad nos pertenece. Paramos para exigir justicia. Porque no vamos a permitir que nos hagan retroceder en nuestros derechos, cuando aún nos quedan tantos por conquistar. El futuro es nuestro!