EU-ES: 8M de 2018, las mujeres hacen historia

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El 8 de marzo de 2018 será estudiado en los libros de texto, las clases de Historia contemporánea, Periodismo, Ciencias Políticas… Pero, sobre todo, este 8 de marzo será atesorado en la memoria colectiva de miles de entidades que lo organizaron y, lo que es más importante, en la memoria propia de las personas, los millones de personas que participaron.

Por Beatriu Cardona (Intersindical Valenciana)

No siempre se tiene la oportunidad de ser un trocito de un evento global con una repercusión inaudita que sin duda tendrá una importancia capital en hechos y acciones posteriores. A menudo, vemos en la televisión y leemos en la prensa que en un país vecino o remoto ha sucedido una cosa maravillosa y nos alegramos. Pero este 8 de Marzo la alegría creció de manera exponencial: nosotras estábamos.

Una jornada histórica como ésta no se improvisa: es el fruto de muchos meses de trabajo compartido, transversal, diverso, de clase, cooperativo, intenso y, sobre todo, coral. La muestra que la expresión "desde abajo" tiene todo el sentido y que la horizontalidad en la toma de decisiones, aunque lenta, resulta claramente efectiva. El triunfo del asamblearismo. Cuando muchas personas juntas piensan, se movilizan y llegan a determinaciones conjuntas, todas y cada una de ellas se convierten en nucleos multiplicadores: "encargan" la lucha a otros grupos, que acabarán encargándola a otros… Un movimiento feminista como una epidemia a gran escala: los focos han brotado y día a día se han reproducido simultáneamente en diferentes partes del mundo.

No nos harán callar
Y como en toda epidemia hemos tenido que hacer frente a los intentos de extinción, control y reducción. Los poderes fácticos se han esforzado para que todo continúe igual, para acallar la voz de muchas mujeres, como siempre. Eso nos lo esperábamos. Pero lo que para muchas ha sido una gran decepción ver como algunas organizaciones sindicales y políticas a priori próximas a la causa se sentían muy incómodas con un fenómeno que no controlaban. Tan incómodas que recortaron las reivindicaciones y las acciones que centenares de asambleas habían decidido en todo el mundo. Después del éxito rotundo de este 8 de Marzo, sólo les queda reconocer el error histórico cometido. Que no vuelvan a corregir en un despacho lo que miles de mujeres han dedicido de manera libre. Que nunca más se apropien del trabajo que dejaron de hacer.

La otra cara de la moneda son la gran mayoría de medios de comunicación, buena parte de los de referencia, y, sobre todo, los medios alternativos y las redes sociales, valiosísimos aliados del movimiento feminista desde el principio, porque entendieron la importancia del trabajo desplegado desde el 9 de marzo de 2017. El año pasado las redes sociales bullían con imágenes de centenares de miles de mujeres en las manifestaciones que los medios del establishment evitavan informar. Este año la demostración de fuerza del movimiento feminista ha impedido que ni las cadenas próximas al poder silencien el clamor unánime de millones de mujeres.

Desde el movimiento feminista continuamos trabajando en la misma línea: tejemos complicidades, reforzamos las asambleas, ponemos el foco en los movimientos sociales y de base, reclamamos la visibilidad que nos toca en todos los sitios… Nos empoderamos más y más para que cada día sea 8 de Marzo.