Por Katerina Anastasiou (Transform)
La precariedad de las condiciones de trabajo y de vida contemporáneas, como los controles fronterizos militarizados, sirven para el mismo propósito: crear enemigos de la sociedad y desplazar la ira de arriba hacia abajo en las clases sociales.
Los temas feministas también han sido utilizados para promover estos conceptos reaccionarios de seguridad. Carteles en Verona, durante el muy reaccionario "Congreso de la Familia", advirtieron que "el aborto es la mayor causa de feminicidio", manipulando así el legítimo temor de las mujeres por su seguridad, aunque sabemos que la mayoría de los feminicidios son cometidos por miembros de la familia y dentro de sus propios hogares.
En Alemania, la AfD produjo carteles que representaban a una mujer embarazada con el lema "Nosotros mismas hacemos a los nuevos alemanes", abordando así su teoría neofascista y racista de la "gran sustitución" y, al mismo tiempo, haciendo un llamamiento a las mujeres para que regresen a sus hogares. Todas las organizaciones de extrema derecha están tratando de manipular la libertad de las mujeres para justificar su racismo y sus políticas asesinas. Al mismo tiempo, y aunque intentan posicionarse como antisistema - neoliberales por mucho que lo sean-, están promoviendo los modelos familiares de los años cincuenta. Según ellos, las mujeres deben quedarse en casa y cuidar de los ancianos, los niños y los hogares. De esta manera, ya no hay necesidad de educación pública, atención pública y feminismo? Según ellos, el regreso de las mujeres a sus hogares hace obsoleta la necesidad de mano de obra extranjera en Europa.
Es esencial que el movimiento de mujeres reconozca estos modelos promovidos de seguridad militarizada y que trabaje con los movimientos de solidaridad con los migrantes, los movimientos laborales y los movimientos ecologistas. Debemos desarrollar nuestros propios conceptos y contra narrativas contra las políticas alarmista y la “segurizacion” de nuestras vidas. Debemos resistir al constante estado de inseguridad.